La exactitud en el tarot y la videncia


El tarot y la videncia nos dan respuestas, nos inducen a ser auténticos, nos invitan a retroceder en el tiempo y abordar los fracasos y alegrías. Sólo cuando hay una interpretación verdadera se sabe dónde empieza la auténtica videncia y dónde acaba la farsa, todo es cuestión de ser receptivos a nuestro propio destino y dejar que la luz verdadera vaya expandiéndose a lo largo de nuestra vida haciendo las consultas de tarot y videncia a personas que sean merecedoras de asistir a los acontecimientos más íntimos de nuestra vida, con el fin de ver que la verdad de aquella consulta ha dado sus frutos y que nuestro incierto futuro, es ahora firme como una roca descrita en las cartas del tarot.

Berta de la Torre

Encontrar el amor a través del tarot

Esta necesidad que tiene el ser humano de amar y ser amado, es una característica muy común, es la necesidad de estar con la persona amada, hablar con ella, conocerla profundamente y adentrarse en su personalidad, de tal manera que no quede recodo alguno por explorar. En las cartas del tarot, vemos que la pareja recién enamorada, con frecuencia tiende a tener miedo y a perder a la persona amada, o quizás a que ese amor no sea duradero, y desde luego, vemos también con frecuencia que el tarot nos desvela la falta de comunicación que existe en dicha pareja, con el consiguiente peligro para dicha relación.

El enamoramiento como fuerza afectiva lleva a las personas a las vivencias más excitantes y enriquecedoras. El tarot del amor las profundiza dando paso a la más excitante de las pasiones, y cuando la pasión nos envuelve, en ocasiones vemos en el tarot si esa pasión dará paso a la tolerancia y por supuesto también a la continuidad. En la relación afectiva cabe destacar que el tarot nos puede llevar a despejar cuantas dudas se nos planteen.

El amor no está limitado para nadie, sólo es preciso tener el espíritu libre, y abiertas las puertas del corazón; pero es cierto que cuanto mayor sea la autoestima, y mejor la relación que se mantenga con uno mismo, mejor será acceder a mantener una relación afectiva. El tarot siempre nos envía señales que demuestran que algunas personas tienen ciertos complejos y miedo a no sentirse queridos por el otro, y hay que señalar claramente que todos estamos hechos para dar amor y recibir como mínimo lo mismo que se da. Atraer o no atraer no es sólo una cuestión de aspecto, es mucho más una cuestión de personalidad; nunca una tirada de cartas de tarot nos indicará nada sobre el aspecto del consultante, aunque sí nos dará idea del grado de autoestima, y nos transferirá que quien busque el amor por el sendero de la vida, gozando de las oportunidades que el tarot le sugiere, sin complejos y sin obstinarse en ellas, no cabe duda que tendrá más oportunidades de vivir experiencias afectivas y sin darse cuenta verá florecer el sentimiento más deseado por el ser humano.

Berta de la Torre