La necesidad del hombre de conocer más allá de lo que puede empíricamente, llevó a crear novedosos métodos para conocer lo oculto y predecir lo que estaba por venir. El tarot y el futuro han podido unirse, brindando una respuesta sostenida en el tiempo a aquella demanda constante de información. En este caso, intentaremos aproximarnos a los comienzos del Tarot y su empleo, aún hoy, como método de adivinación del futuro.

Si bien no existe un origen certero del Tarot, está ampliamente difundido que la procedencia de los naipes es del antiguo Egipto, siendo una derivación del famoso libro de Thoth. Éste es un libro sagrado que según se cree, fue dictado por el dios egipcio Thoth, quien poseía el don de prever el futuro y la medida del tiempo, y era considerado por el pueblo capaz de manejar la vida y destino de cada uno de ellos. Desde sus orígenes entonces, el tarot y el futuro están estrechamente relacionados, siendo éste considerado un antiguo arte adivinatorio.

De los grabados del libro de Thoth deriva la creación de los arcanos mayores que en fusión con los arcanos menores identifican a la vida cotidiana. Tarot es como se denomina al conjunto de cartas que encierran en las imágenes simbólicas de los arcanos a los conocimientos herméticos y esotéricos de antiguos maestros espirituales. Tarot y futuro es entonces, aquella fórmula que se emplea desde hace siglos en diversas culturas como método de predicción.

Que el Tarot sea un método adivinatorio, implica un contacto con divinidades. El tarotista es un intermediario entre éstas y quien consulta, razón por la cual se requiere información profunda, adecuada respecto a la simbología, los colores, las posiciones y los rasgos de las cartas. Así como también remite especial importancia el contar con un amplio ejercicio de meditación que ayude a alcanzar un ascenso espiritual y el autoconocimiento para alcanzar una interpretación ajustada. Podría decirse que el principal elemento de predicción de este oráculo es la inspiración, cualidad que facilitará la revelación de misterios del inconsciente, dado que revela siempre lo oculto y ofrece al consultante encontrar puntualmente el problema y, de este modo, ofrece sabios consejos para que pueda encontrarse la solución.

El tarot y el futuro forman una alianza inseparable, capaz de responder a la curiosidad humana, respecto de temas referentes al mundo material, físico y al espiritual. Es un elemento primordial para el análisis del porvenir y busca dar respuestas a esas dudas que nos afligen. Ligados, tarot y futuro pudieron echar luz sobre el camino a seguir en la antigüedad y es un método que aún hoy tiene vigencia.

Jesus Pontello