Las cartas de Tarot y las historias que cuentan los arcanos menores


Mucho se ha estudiado la simbología contenida en los veintidós arcanos mayores del tarot. La tirada tradicional del tarot gitano, por ejemplo, se vale únicamente de ellos para sus predicciones. De los arcanos menores se sabe en cambio mucho menos, y hay quienes confunden incluso estas cartas de tarot con las de la baraja española, pese a que presentan dos cartas más (14 en total) por cada palo. Y a que cada naipe presenta ilustraciones que las alejan mucho de la representación tradicional de los naipes españoles.

Estas ilustraciones de las cartas de tarot pueden resultar, en el caso de los arcanos menores, la clave para comenzar a acercarse a ellos y develar sus misterios. Los arcanos mayores, como se sabe, condensan representaciones, símbolos y alegorías de gran complejidad filosófica, mítica y religiosa. Para el estudioso, sin embargo, los elementos que las componen son fácilmente reconocibles y atribuibles a una cultura o cosmogonía determinadas. Es el caso del arcano VIII en el tarot Rider, La Fuerza, que representa a la diosa Cirene venciendo al león que amenazaba su rebaño. O el arcano XX, El Juicio, y su alegoría cristiana del Juicio Final. Estas cartas de tarot no dejan otras posibilidades de interpretación. La riqueza de su mensaje se basa más en su posición entre las cartas de la tirada y en la situación personal del consultante en ese momento determinado.

Los arcanos menores, en cambio, nos cuentan tantas historias como queramos encontrar en ellas. En estas cartas de tarot hay, sin dudas, presencia de elementos simbólicos, pero las situaciones representadas en ellas tendrán el significado que la sensibilidad de cada consultante les atribuya. ¿Quiénes son esas personas? ¿Por qué sufren o se encuentran solas? ¿Cómo han logrado su abundancia y prosperidad? ¿Se acercan o se alejan de las ciudades que se dibujan en su horizonte? ¿Serán traicionadas por quienes los acompañan o, por el contrario, han encontrado el amor que tanto ansiaban?

No hay respuestas correctas o incorrectas para la interpretación del mensaje de estas cartas de tarot. Por eso, detenerse en cada una para tratar de descubrir que historias nos cuentan y de qué manera nos hablan a cada uno de nosotros en particular resulta la mejor manera de acercarse a ellas. Para aprender a conocerlas y respetarlas. Y así enriquecer nuestra vida con el inagotable tesoro de sabiduría, guía y consejo que los arcanos menores, tan injustamente menospreciados, tienen para ofrecernos.

Jesus Ontivero